Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde yo trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí . Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
-No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
-Y si ya no sabe quién es usted,¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -”Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella”.Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: -”Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es… “
Un cuento fácil
Miércoles, Mayo 9th in Uncategorized 2 commentsLa niña llegó a su casa con los ojos enrojecidos y la cara triste. - Qué te pasa? - Le dijo su padre.- No es nada, no es nada, estoy bien, - contestó la niña yendo corriendo a su habitación. Pero el padre no se quedó contento con la respuesta y preocupado por su niña, fue a su cuarto a preguntrle. - ¿Qué tienes? ¿algo te preocupa?, le preguntó el padre.- Que no es nada, solo quiero estar sola. El padre reflexionó unos segundos por la respuesta de su hija y de nuevo le habló:- ¿Puedo hablar contigo? Es que necesito un consejo tuyo. La niña, al escuchar aquellas palabras sin saber bien cómo reaccionar ante tal petición, se sentó en su cama y miró a su padre. Entonces el le dijo:- Verás, necesito contarle un cuento a tu hermano pequeño para que se duerma y ya se sabe todos, no sé cual contar, ¿Podrías decirme tú uno que pudiera gustarle? La niña tratando de demostrar normalidad le dijo a su padre con seriedad. - No sé, cuéntale un cuento FACIL, seguro que le gustará, dijo la niña con la voz derrotada.- ¿Uno fácil? Uno… ¿fácil? - volvió a repetir su padre. intentando entender a su niña.- Si, uno fácil, léele un cuento fácil, - dijo la hija. El padre se quedó meditando y sin llegar a comprender lo que su hija pedía no tuvo más remedio que decirle: - ¿Y cuál podría ser para ti un cuento fácil? Y la niña como si le fuera a dar una lección a su padre, sentada en su cama y con los ojos aún enrojecidos, cruzó los brazos en actitud de adulto y le explicó a su padre: - Pues por ejemplo un cuento en el que dos conejitos van al campo con su mamá y uno se escapa y entonces le buscan por todo el bosque y al final le encuentran, estaba comiendo moras, pero cuando vio la cara de susto de su mamá le pidió perdón y prometió no volver a hacerlo y se fueron todos juntos felices a su casa. El papá miro a su niña con asombro, no solo acababa de inventarse un cuento bonito sino que además el mensaje era educativo. Pero confuso aún por el título que le había puesto le dijo a su niña: - ¿Y por qué a ese cuento le llamas el cuento fácil? La niña sin demostrar ni un ápice de sorpresa por la pregunta le dijo a su padre: - Pues porque es un cuento fácil ¿no lo ves?. Es un cuento feliz, sencillo de contar y de entender, seguro que le gustará y se dormirá enseguida. Y su padre, intrigado por tal respuesta se atrevió a preguntarle de nuevo a su niña. - No lo entiendo bien, si ese es un cuento fácil, entonces ¿cuál podría ser un cuento difícil?.- Es que ahora no puedo contarte un cuento difícil, no puedo papi, y con los ojos llorosos, calló y bajó la mirada sin decir nada más. Su padre, al comprender que algo le pasaba a su niña, le dijo así: -Mira mi niña, antes de ir a contarle ese cuento fácil que me has dicho a tu hermano, ¿por qué no me cuentas ahora un cuento difícil? La niña se quedó pensativa unos segundos y habló de esta manera: - Esta mañana en el cole no estaba mi amigo Carlos que se sienta a mi lado siempre, porque unos chicos más mayores le pararon en la calle, le pidieron el reloj y como no quería dárselo le han pegado y está muy mal en el hospital, y yo… no entiendo papi. El padre con la voz entrecortada por lo que estaba escuchando le dijo: - Mi niña y ¿por qué no me han contado esto nada más llegar?- Porque las tristezas, el dolor o las cosas que no terminan bien, me dan miedo, no me gustan, son cuentos difíciles de contar papi, - dijo la niña rompiendo a llorar y sintiéndose aliviada al descargar la verdad de sus emocionados ojos en la dulce mirada de su padre. Entonces el padre abrazó con fuerza a su niña y compartió unos minutos el llanto, luego mirándole a los ojos le dijo: - Mira, cuando seas más mayor me gustaría que recordaras este consejo que te doy ahora, ¿vale?.-¿Qué consejo es ese papá?, dijo la niña buscando la ternura en la mirada de su padre. Esta vida, a veces, es como una colección de cuentos infantiles, todos queremos siempre escuchar los cuentos fáciles, de final sencillo y feliz, pero las personas más valiosas de tu vida serán aquellas que se paren a escuchar y entender tus cuentos difíciles. Yo tampoco entiendo porque han pegado a tu amigo Carlos, pero seguro que pronto se pondrá bien. Mi niña hay cosas que por mucho que quieras no se pueden entender. ¿Por qué no le escribes a tu amigo un cuento fácil? así cuendo esté mejor se lo llevamos, seguro que le va a encantar. - Si papi le voy a escribir el cuento más fácil y bonito del mundo.
Lunes, Mayo 7th in Uncategorized 4 comments
Que sucede? no entiendo, solo sentí un dolor fuerte en la cabeza, mareos… y ahora estoy tan confundido. Que pasa? Por qué mi esposa corre y llora? Dicen que morí, pero no, estoy aquí pero ellos no me ven y no puedo abrazarlos. Oh ya veo, están trasladando a alguien en una carroza fúnebre, soy yo mismo, que extraño.- Veo a mi familia con gran dolor, todos lloran, pero yo solo veo, ya no siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador. Pasan los días, mi familia regresa a casa sin mi, les dejo un gran vacío.
Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes, corren, atienden llamadas, hacen pagos, envían documentos, firman planillas, en fin es como si nunca hubiese faltado yo, que bien, algunos compañeros se acuerdan de mi a ratos y lamentan que ya no este. Sin embargo en mi familia, el vacío persiste, mi esposa llora, está confundida, no sabe como hacer sin mí. Mi hijo pequeño pregunta: - Donde está papá? Y mi esposa le dice que en el Cielo. Mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la muerte, no deja de llorar, no quiere ir a clases, no se puede concentrar, tampoco come. Mi perro se paró en la puerta y de ahí no hay quien lo saque, come, bebe agua y regresa a su puesto de espera.
Pasa el tiempo, mi hijo cumple cuatro años y yo no estoy, el se aferra a su mamá, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura paterna para él, ya papá no está… Mi hija ya de 11 años casi no habla, a veces su mama la encuentra llorando, bajó mucho las notas y no muestra interés por nada. Mi querida esposa, con toda la carga sobre sus hombros, la responsabilidad de dos hijos pequeños, tiene que sonreír a los niños para darles fortaleza.-
Ya pasó un año y todo sigue igual, en casa el vacío, la tristeza, en la empresa donde trabajaba ya nadie me nombra y todo sigue igual sobre la marcha.- Sabes que dijo el forense? Que morí por stress, en mi cerebro reventó una vena por una subida de tensión que me dio, cuando me llamaron de mi trabajo y me dijeron que de los 10 camiones que solicite solo llegaron 7. Y todo acabo… Ahora me doy cuenta que para la empresa que trabajas siempre seras uno mas, completamente reemplazable en cualquier momento, pero que para mi familia era único e irreemplazable.
DEDÍCATE A LO QUE DE VERDAD ES IMPORTANTE, TODOS NECESITAMOS UN TRABAJO QUE NOS PERMITA CUBRIR NUESTRAS NECESIDADES BÁSICAS, PERO NO TE ENTREGUES A UNA EMPRESA, ENTRÉGATE A TUS SERES QUERIDOS… ABRAZA A TUS HIJOS, BESA A TU ESPOSA, LLAMA A TUS AMIGOS, JUEGA CON TU PERRO, ES A ESTOS SERES A QUIENES DE VERDAD LE HARÁS FALTA CUANDO YA NO ESTÉS…
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