lunes, 30 de julio de 2007

fortalecimiento Espiritual

Cambiando conductas

Cuando tienes la necesidad de pedir ayuda con el temor al que dirán, cuando pensamos que las cosas no nos salen bien, cuando pensamos que todo es en vano, cuando nos sentimos defraudados, desorientados, tristes, agobiados, reprimidos, etc. Es hora de enfrentarnos a la verdad, y descubrir que nos lleva a actuar de esta forma que nos daña, y que nos hace sentir tan infelices.
Para descubrirlo necesitamos ayuda profesional, el trabajo del terapeuta es ayudarte a modificar tu propia conducta, y el tuyo es ¡lograrlo!
Si tu no cambias la forma en que te conduces, te seguirán ocurriendo las mismas cosas que hasta ahora te han hecho sufrir, cuesta mucho entender esto, porque no aceptamos que estamos mal, y nos resistimos a cambiar.
Cada uno de nosotros tenemos una conducta que seguimos por patrones establecidos por la familia, o que vamos adquiriendo poco a poco a lo largo de nuestra vida, y estos patrones son los que se analizan para ver si son válidas o no en nuestra conducta.
Es un proceso largo, y pienso que los cambios serán en la medida de que tu quieras cambiar...
No puedes pedir al terapeuta que de la noche a la mañana cambie tu forma de actuar y la de los demás, sino a identificar que es lo que tú haces que provoque determinada actitud en otras personas, una vez que logren identificar esto, el siguiente paso es cambiar, a lo que te provoca sufrimiento.
Cada conducta tiene un motivo que la provoca, y que en su momento fue válido.
Si ese motivo continúa siendo válido, es porque a través de la conducta estás satisfaciendo una necesidad que sigue estando vigente, y no va a ser fácil cambiar en tanto no encuentres una manera alternativa de satisfacerla, o consigas eliminar dicha necesidad.
El cambio de conducta no es nada fácil, porque aunque sean comportamientos equivocados, los hemos practicado durante mucho tiempo, ya que de alguna manera nos dan seguridad, pues si los dejamos de hacer entonces sentimos miedo a lo que podría suceder, pues sería una situación totalmente nueva para nosotros, la mayoría preferimos lo viejo y conocido.
El problema es que, a veces, eso viejo y conocido es justamente lo que está jugando en tu contra.
Para poder cambiar nuestra situación tenemos que cambiar nuestra conducta, dejar esas viejas formas de comportarnos que durante tanto tiempo nos han servido únicamente para sufrir.
Debes ser sincero contigo mismo para poder cambiar tu rumbo, y esta es una de las cosas que cuestan más, porque comienzas por reconocer esos miedos que tanto tiempo has estado ocultando.
Tomar y mantener la decisión de adoptar una nueva conducta es una de las tareas más difíciles, porque se oponen todos los miedos que han estado durante toda su vida tratando de mantener bajo control mediante la conducta que ha llevado hasta el momento.
Será un proceso doloroso, y difícil, pero si ya tomaste la decisión de hacerlo tienes que llevarlo a cabo con ¡coraje, amor y convencimiento! de que podrás salir adelante y conseguir dar un paso para tu crecimiento personal.

Colaboración de Magali SaucedaMéxico
¡Escríbele a Magali!

No hay comentarios: